A cor fantasma (A corazón fantasma) es una relación con el cemento, un material que puede alcanzar cualquier aspecto, cualquier forma, que se encuentra en el origen de los primeros asentamientos y que desde entonces se ha adaptado a los deseos y necesidades de cada época. Se trata de una investigación escultórica sobre la relación que actualmente establecemos entre nuestro cuerpo y otros cuerpos en este medio y sobre qué tipo de experiencia física y mental nos permite el material; por eso las esculturas que se presentan en la exposición se originan a partir del roce con el entorno. El proceso de trabajo es circular y no tiene centro, ya que todas ellas han nacido de un mismo lugar que ya no existe. La técnica es la de la imitación, llevando el movimiento del cemento al cuerpo para entender su comportamiento y obtener un retorno. En las posibilidades del cemento, se encuentran las propias, por lo que los límites entre escultora y escultura se difunden y todo lo que queda de esta relación es la distancia (o el contacto) entre uno y otro.