Durante el siglo XIX, París se había convertido en la capital mundial del arte. Se construyó la imagen de la Ville Lumière, una ciudad mítica, repleta de oportunidades, donde todo lo sucedido adquiría un aura especial y donde la producción artística marcaba la pauta a seguir en todo el mundo. Era el máximo exponente de la modernidad.

La presencia de artistas catalanes en París a finales del siglo XIX y durante la primera mitad del XX fue notable y relevante. Los creadores buscaban en la ciudad del Sena las tendencias en boga, así como hacerse un hueco en el mercado artístico parisino a través de los salones y de las galerías. He aquí las dos principales plataformas para el reconocimiento y la difusión de artistas y tendencias, tanto las de carácter conservador como las más vanguardistas.

Muchos de los artistas que marchaban a París en busca de inspiración y experimentación pictórica regresaban repletos de nuevas ideas y, en ocasiones, de obras ya ejecutadas para dar a conocer al público barcelonés su evolución artística. Algunos se vincularon a Sala Parés, que se convirtió en uno de los lugares de privilegio para apreciar qué producían los catalanes afincados en París. Esta presentación de la novedad, en algunos casos hasta de manera exclusiva, reforzó la vida y actividad de la galería durante varias décadas.

“París en Parés” pretende remarcar la importancia de la galería en la introducción de modernidad pictórica en Cataluña en algunas de sus etapas y a través de sus muestras y artistas históricos más habituales. Se trata de un recorrido cuyo relato se construye con una selección de casos paradigmáticos: desde los realistas y la pintura anecdotista, pasando por el arte casi experiencial de la bohemia de Montmartre, la vanguardia de entreguerras y el regreso a la figuración de carácter tradicional. En todos los casos, los catalanes juegan à la recherche de la Ville Lumière.

Comisariada por Sergio Fuentes Milà