Nicolai (Reykjavik, Islandia, 1964), el hombre envuelto en cuero negro, muestra sus obras por segunda vez en la Galería Miguel Marcos.

Inició sus primeros pasos desde muy joven en el estudio de su tío el pintor Oddur Steinthórsson. Su personalidad es la de un viajero, un peregrino que vive y trabaja entre Pekín, París, Madrid y Reykjavik. Conceptual y místico, poético y provocativo, el artista busca representar la naturaleza de la manera más íntima. Su primera exposición se celebró en París con “Hommage à Mishima” en 1980; desde entonces, sus obras se han expuesto en varias galerías y museos de todo el mundo.

Aunque los seres humanos glorifican su individualidad, desde el inicio de la historia, el hombre ha actuado como un elemento de la masa, más que como un individuo. Sus gustos e impresiones del mundo a menudo son manipulados por uno o unos pocos individuos. Así nacen diferentes tendencias, modas e ismos, que muestran el comportamiento obsesivo de unos pocos.

El poder del instinto animal o del instinto sexual siempre ha sido impulsor en la creatividad del hombre, así como las partes íntimas de la mujer. Nicolai, las relata mejor que nadie y no es nada tímido al mostrar sus obsesiones y deseos carnales, atacando la carne humana hecha lienzo, con brutales trazos, que parecen controlados con mucha precisión, como un sádico tocando su melodía favorita.