Un encuentro de raíces locales y perspectiva internacional que indaga, a partir de experiencias concretas, en la relación entre ciudadanía, instituciones y espacios comunes de la cultura desde los valores democráticos de la transparencia, la crítica, la proximidad y la participación.
1 y 2 de marzo
Fabra i Coats - Fábrica de Creación
Vivimos hoy un proceso de profundas transformaciones sociales y políticas que hace necesario abordar los nuevos retos que plantea para la cultura la relación entre las instituciones y la ciudadanía. La ciudad de Barcelona se ha convertido en capital de los procesos de cambio democrático local que trabajan para poner las instituciones al servicio de la ciudadanía, transformándolas en espacios más abiertos y accesibles mediante la implementación de mecanismos para fomentar la transparencia, el diseño de procesos participativos y una profunda democratización de su gestión. Todo ello atañe forzosamente al diseño de las políticas culturales y al modo en que en ese marco se conciben los procesos de colaboración entre colectivos, asociaciones, agentes, empresas e instituciones culturales.
Acostumbrados como estamos a oír hablar de la cultura como un recurso al servicio de la creación de ingresos, de la pacificación de conflictos sociales, de la producción de marca e identidad local o como un reclamo para visitantes, ha llegado la hora de significar la cultura como un bien común, como un espacio de producción de valores que van más allá del utilitarismo. En este proceso de democratización que vivimos es importante seguir fomentando la cultura como una fuente de riqueza y de sustento, pero también como una forma de vida: como una fuente de conocimientos y saberes, de prácticas y de valores, como un espacio de producción de narrativas e imaginarios, de lugares en los que identificarnos y con los que disentir. Como un espacio imprescindible desde el que pensar la vida en ciudad.
La gestión común de la cultura aspira a la autonomía y a la crítica, la gestión pública, a fomentar la proximidad y que todas y todos los ciudadanos podamos crear, consumir, compartir y disfrutar de una vida cultural rica y activa. Son, sin duda, grandes retos sobre los que es necesario reflexionar de forma colectiva y desde la voluntad de integrar voces, prácticas y necesidades.
Por eso CULTURA VIVA se presenta como un encuentro de raíces locales y perspectiva internacional que indaga, a partir de experiencias concretas, en la relación entre ciudadanía, instituciones y espacios comunes de la cultura desde los valores democráticos de la transparencia, la crítica, la proximidad y la participación.
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